lunes, 30 de mayo de 2016

Mi barrio

En un barrio me crié, si en un barrio obrero, de esos en los que todos nos conocemos, de esos en los que se hacen corrillos y se habla de todo, de todo lo ajeno, de esos en los que cada cual vive su vida y todos los demás la saben menos tú mismo.
Aquellos años inolvidables de niños con bocadillos de chocolate y pedazos de sandía, de corrillos en las esquinas, de juegos de niños, de mamas y abuelas gritando en las ventanas que volviesen a casa pues se hacía tarde, de rodillas escalabradas y rojas curadas con  mercromina, Luisito se calló al rio con su triciclo lo sacan con la cara sangrando, que horror sentí al verlo, le llevan a la casa de socorro y le dan puntos de sutura, hay que susto me llevé al verlo caer ¡y si las ratas se lo comen¡ el rio está lleno de ratas enormes, un día vi subir una por la pared era como un gato de grande porque había gatos muchos gatos montones…pero debían de tenerles miedo. Se guardaban en los bajos de las casas que servían como carboneras y trasteros y allí criaban una y otra vez, el día que tocaba venir al pescadero todas las familias gatunas  salían a recibirle con un coro de maullidos.
En el “puestin” centro de reunión de vecinos y tienda en el que había desde galletas hasta jabón, la tiendita de madera en la que había de todo y perduraba con los años, allí el crédito que se “apuntaba” en una libreta articulo por articulo y a primeros de mes se sumaba todo y se cobraba, a más de uno saco de apuros para que no faltasen las viandas en muchas de aquellas casas de obreros.

Llegan las lecheras con sus burritas y sus alforjas cargadas de leche recién ordeñada y de huevos frescos caseros, mantecas…puerta por puerta van vendiendo sus productos con su lechera y su tanque medidor que cobraban diariamente o a la semana o incluso al mes. Eran dos y las recuerdo con cariño. El día que venía Gelin el panadero había festín en casa de la abuela y en las demás, además de pan traía pollos caseros, conejos de todo un poco. También había días en los que algo trágico pasaba  aunque no te lo decían lo oías e intuías que algo había pasado en la central, dicen que unos obreros se han quemado mientras limpiaban una de las calderas, la angustia se respira en el aire y la gente se lamenta en las esquinas, días amargos.
Otros se sacaban los colchones a la calle y se variaban ahora sé lo que es pero en su día no entendía el sentido de golpear aquellos trapos (lana) con una vara horas y horas…
Los veranos no tenían mucho especial a no ser cuando Linares así le llamaban  al señor que organizaba excursiones a pie a Peña Rubia o al pico Villa  todos los críos se iban con él cada uno con su merienda y al oscurecer volvían, decían que se lo pasaban pipa yo nunca llegue a ir aunque me hubiese gustado.
Se jugaba al pie de la escombrera allí no había peligro los críos al futbol las crías a la comba a la goma, las cuatro esquinas, la zapatillina, la queda, el escondite…montones de críos había. Familias numerosas con once y doce o trece hijos era insospechable como podían comer tantos en una misma familia y todos se criaban.
Los SEISCIENTOS  como olvidarlos, los más acaudalados no tardaron en tenerlos solían ser los que menos hijos tenían uno o dos a lo máximo, un día a la playa con los vecinos, me dieron permiso casi no me lo creo, en aquel coche con mi amiga y vecina y sus papas me lo pase muy bien, que recuerdos, en un coche tan pequeño se llevaba de todo y no había que usar cinturones de seguridad íbamos de pie atrás viéndolo todo.
La noche de San Juan una enorme hoguera al pie de la escombrera reunía a los chicos y chicas mayores los pequeños a las nueve a casa que fastidio…
Las bodas ese día en que se casaba alguien todos niños y mayores  afinados en la puerta de la novia para verla salir era todo un espectáculo y acontecimiento. Todos querían besar a la novia.
La gente vivía “bien” no tenían hipotecas ni pagaban alquiler ni luz, era un verdadero privilegio, unos se hacían mayores, otros adolescentes, las pandillas eran típicas todas y todos los chicos tenían su pandilla, los domingos de cine se veían marchar unas cuantas chicas a eso de las 5 y volver a eso de las 9.30, mi primera salida al cine fue a ver a Trabolta y a Olivia Niuton Yons creo que fue la única vez. 
Las chicas nos casábamos no más tarde de los 20 y nos íbamos a otro lugar con nuestros respectivos y ya todo cambiaba y el barrio poco a poco se iba quedando sin vecinos.
Un día aquel barrio de risas, llantos y voces se quedó mudo, se convirtió en un barrio fantasma donde la soledad asolaba todo a su alrededor, la gente se tuvo que ir de allí porque la especulación o no sé muy bien porque decidió que había que derribarlo todo, derribar todo los sueños, todas las esperanzas, todas las ilusiones, enmudecer todos los susurros, y las excavadoras lo invadieron todo y aquellas casas de obreros llenas de vida, niños, ancianos, adolescentes…se convirtieron en un montón de  escombros y todo desapareció, cuando paso por allí ya no hay nada, ya no se ve nada, ya no se oye nada, solo un solar solitario donde antes hubo tanta vida tanta lucha…solo queda desolación.
Aquellos tiempos…


Mayo

A mi nieta

25/5/2016
Mes de flores con perlas de agua fresca y
 rayos de primavera  mes de flores
como tú mi pequeña  hermosa  niña.
En tus ojos me reflejo en tu dulce sonrisa
se funde el universo, tus risas son el murmullo
alegre del arroyo y tu pelo caracolas del mar travieso
mecido por el viento
Mi dulce niña ya van cinco y pasan volando
como el viento de un mar a veces quieto a veces bravo

como tú mi dulce NEREA.